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El rodapié es ese elemento invisible al que nunca has prestado la menor atención.

Pero llega un día en que decides construir una casa o reformar la que tienes de arriba a abajo. Ilusionado, eliges puertas, ventanas, suelos… y cuando por fin piensas que lo tienes todo, alguien te recuerda que el zócalo también existe. Entonces descubres que el rodapié no era un mero zócalo.

Elegir cuál poner en tu nueva casa se convierte de repente en un problema de Estado.

Aunque los zócalos son elementos funcionales que surgen de la necesidad de dar un acabado pulido a las juntas entre suelo y techo, además de evitar ensuciar la pared cuando montas los muebles o cuando tienes que barrer o fregar la casa, también son elementos estéticos, y como tales, las posibilidades son infinitas y están sujetas a modas y estilos.

 

¿Y qué tal dejar tu casa sin rodapié?

Por supuesto que existe la opción de no poner rodapié, pero no es una solución al alcance de cualquier bolsillo. Requiere que el tabique quede flotando en el aire u otras alternativas que exigen una ejecución impecable. Y no solo eso. A nivel de usuario, te obliga a encontrar una nueva forma creativa de fregar el suelo (a menos que quieras añadir un toque grunge a los bajos de la pared).

Blanco y alto

Actualmente la tendencia se decanta por los rodapiés y zócalos altos, siendo el blanco el it-colour del momento. Que además tengan el menor grosor posible, garantizará  que se integren fácilmente en la decoración evitando un excesivo hueco entre muebles y paredes.

En ambientes contemporáneos, donde queremos que su protagonismo se limite a realzar la pared y darle un aspecto pulido, lo mejor es elegirlos totalmente lisos, lacados y de canto recto.

Mix and match

Al elegir los rodapiés, los expertos aconsejan que exista (cierta) armonía entre éstos y el suelo o las puertas. Es decir, que coincidan en color y material con alguno de los dos últimos. O si no es posible, al menos debería armonizar con la pared pintando ambos del mismo color.

Posiblemente por este motivo, el zócalo blanco no deja de subir puestos. Y es que cada vez vemos más casas con paredes blancas o de colores neutros como el negro o el gris.

Pero incluso en estos casos, aunque no siga las recomendaciones de los expertos, el rodapié lacado blanco es la opción estrella.

Económico y online

Lo mejor de todo, es que esta tendencia puedes hacerla por cuatro duros. Es de esas reformas sencillas y baratas que cambian totalmente el look&feel de la casa. Es más, puedes comprar rodapié blanco lacado  y colocarlo tú mismo.

La instalación es super sencilla (aunque nunca hayas sostenido un martillo en las manos).

  • Lo primero de todo es medir, y medir a conciencia, pero añadiendo unos cuantos centímetros por si cometes algún error al cortar las uniones (necesitarás una ingletadora para que te facilite las cosas).
  • Céntrate cuando cortes las esquinas en si la unión es interna (en ese caso debes cortar en 45º por el frente del rodapié) o si es externa (aquí lo harás por el revés del rodapié). Eso será lo más difícil.
  • Ahora preséntalos en toda la habitación para asegurarte que todo encaja a la perfección.
  • Pega primero los ángulos internos, continuando después con el resto.
  • En las juntas, si no encajan perfectamente, añade un poco de silicona para que te quede un acabado profesional.
Et voilà! Ya puedes presumir de zócalo y de manitas.

Zócalo en mayúscula

Tal vez quieras ir un poco más allá con esta tendencia y cubrir parte de la pared.

Para ello, solo tienes que añadir al zócalo blanco que compraste online, unos listones de madera. Le dará un look aún más clásico y sofisticado que maridará increíblemente bien con muebles contemporáneos, sencillos, vintage o mid-century.

Si tu estilo es además nórdico o clásico, verás que tus muebles siempre fueron la media naranja de estas paredes.

Fuente: http://decoralinks.com